Leyendo a Tales de Mileto.

Introducción a la Filosofía. Clase 1.

Sean todos bienvenidos, mujeres y hombres, a esta primera sesión del curso de Invitación a la Filosofía que preparé para ustedes. La filosofía siempre ha andado a la sombra, no me atrevo a decir si es pertinente filosofar hoy o no, pienso que la necesidad de filosofar es propia y natural a cada época. A través de las siguientes pequeñas sesiones quiero invitarlos a que andemos los pasos de la filosofía desde su nacimiento. Al finalizar les voy a seguerir bibliografía, propondré algunas preguntas y podrán hacerme llegar sus ideas vía correo electrónico. Recuerden que, aunque no toda la filosofía es sinónimo de leer,

Quienes han llegado hasta aquí es porque una vocación les ha despertado el deseo de saber. Deseo que no tiene principio, pero sí origen en la naturaleza profunda de lo humano. En el fondo de ese gran pozo de cada uno se albergan pasiones infinitas y afanes insondables. Uno de ellos es éste, el que los mantiene con los ojos bien abiertos ante los fenómenos naturales, ante el andar de las cosas – que perecen en el tiempo – y ante una inquietud que emana de la dinámica de nuestro pensar.

La filosofía, desde el principio, no puede ser otra cosa más que la posibilidad de estar atento siempre, de girar la vista y verse llevado a preguntarse cosas, a indagar, inquirir o inventar.

La filosofía comenzó por la creencia de que detrás de este casos aparente existen una permanencia oculta y una unidad, discernibles por la mente, si no por los sentidos.

Guthrie, W., Los filósofos presocráticos, FCE, México, 2010,

El punto que hemos identificado históricamente para situar ese acontecimiento se encontró en Jonia, específicamente en Mileto. Fue por el año 640 a. C., cuando tuvo lugar el nacimiento del hombre que sería el representante de un largo proceso del pensamiento. El desarrollo que va desde lo que los antropólogos denominan pensamiento mágico hasta el momento en que Tales de Mileto se apartó, solo en parte de aquél, fue un camino sinuoso y milenario.

En ese sentido, la filosofía no rompió de tajo con el contexto en el que se desenvolvió y del que era parte. Su idea de la realidad se seguirá viendo atravesada por supuestos fantásticos, mitológicos o mágicos. A pesar de que los dioses, griegos en este caso, seguirán incidiendo en la visión de los primeros filósofos, existe un intento claro y definitivo por separarse de ellos, de dar razón (logon didónai) de lo natural a la luz de unos ojos ordenadores con el objetivo de descubrir qué es lo que es común a todo lo existente.

Del filósofo de Mileto se sabe que fue viajero, tenía fama de sabio y había viajado a Egipto para relacionarse con su saber y con los caldeos, como se puede leer en los fragmentos que nos llegaron sobre él. Otro aspecto importante en relación con su vida es que podemos ver, entre sombras, la prefiguración de una actitud, a saber, la de la actitud del filósofo frente al mundo. De ahí que una de las anécdotas más famosas sobre él tenga que ver con la risa de una mujer al observarlo caer en un pozo por mirar las estrellas. A continuación presento dos fragmentos tomados del libro Los filósofos presocráticos que sustentan lo dicho aquí:

El milesio Tales fue educado en Egipto por los sacerdotes.

Frag. 3 (11 A 3

Como también se dice que Tales, mientras estudiaba los astros…y miraba había arriba, cayó en un pozo, y que una bonita y graciosa tracia se burló de que quisiera conocer las cosas del cielo y no advirtiera las que tenía junto a sus pies.

Frag. 10 (11 A 9)

Dicho esto, les propongo mirar o pensar en algún fenómeno cualquiera de la naturaleza. Lo primero que podremos descubrir es que todo en ella es cambiante. Incluso lo que apenas puede percibir el sentido humano se encuentra en constante movimiento. Los planetas así como los insectos diminutos van de un lado a otro, andan entre las ramas o deambulan en el espacio negro, las ramas se secan, las estrellas se apagan y, al final, todo nos hace constatar que nada se mantiene intacto.

La mayoría de los que filosofaron por primera vez consideraron que los únicos principios de todas las cosas son de especie material. Aquello a partir de lo cual existen todas cosas, lo primero a partir de lo cual se generan y el término en que se corrompen, permaneciendo la sustancia mientras cambian los accidentes. Tales, quien inició semejante filosofía, sostiene que es el agua.

Frag. 18 (11 A 12)

Dicho lo anterior, en lo más íntimo de cada uno de esos seres naturales, hay algo que nos indica que un río corre debajo de la corteza de los árboles e inspira las exhalaciones planetarias, algo les da su permanencia en el tiempo, a pesar de que cambien. La realidad, en cuanto concepto, no ha nacido todavía. La enunciación de Tales de Mileto en torno a lo que ve, nos da la pauta para pensar en cómo es ese fluir inerte por debajo de la piel de las cosas. De ahí que, para él, lo común a todo sea el agua.

La physis de todas las cosas es el agua.

Tales de Mileto

Lo común a todo, lo que todas las cosas tienen, lo que las constituye es el agua (hidros). No hay que caer en el error de que por agua se entiende el líquido que nos bebemos. Para desgracia nuestra, el tiempo nos aleja mucho de poder comprender a cabalidad a qué se refería Tales de Mileto. No obstante, y lo que sí ha de aclararse, es la posibilidad que tenemos de pensar el mundo a través de un principio, por única vez enunciado, que pretendía explicar con ilusión todo lo que constituye el mundo.

En ese sentido, la filosofía naciente, irá en la búsqueda de lo que no sufre cambio alguno, de lo que ordena el todo y es común a cada uno de los seres sin excepción.

¿Cuál es el principio de todas las cosas desde su perspectiva, queridos alumnos y alumnas? ¿Pueden atreverse a enunciar alguno y ofrecer en el diálogo las cualidades que le atribuyen al principio propuesto? Más allá de lo que se ve hay un elemento que corre por debajo del todo.

Bibliografía básica.

Filósofos presocráticos, Ed. Gredos, Madrid.

Alfonso Reyes, Junta de Sombras, Ed. FCE, México.


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Publicado por Diogenes Laercio

Estudié Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM. Cursé parte de la licenciatura en Letras Clásicas. Me dedico a la creación de contenido en redes y invito a todos a filosofar. He creado el podcast Filosofía en voz de Diógenes, Librería Rizoma en Instagram y el Proyecto de Divulgación de filosofía con el fin que el conocimiento esté más cerca de todos.

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