Reseña filosófica.

Fenomenología del Espíritu, Hegel.

¿Cómo reseñar un libro de filosofía? ¿Cómo lograrlo sin delimitar el ejercicio creativo de los lectores filosóficos? ¿Qué es preciso decir y qué puede sobrar?

Gilles Deleuze ha afirmado que la filosofía es creación pura, creación de conceptos. ¿Qué significa eso? Que leer filosofía es crear, es sondear la profundidad de las aguas desde el pensar.

Recuerdo entonces el Comentario de Ficino al Banquete de Platón, por mencionar un ejemplo elegido al azar. Más allá de repetir lo que el griego dijo en sus Diálogos, Ficino hace uso de las ideas, las imágenes, los relatos, los personajes, los conceptos, etc., para leer, comprender, conversar con Platón desde sus escenarios, para llevar el Banquete al hondo abismo de su propia reflexión.

El resultado es bellísimo, excepcional, excelso: el Banquete de Platón como un descubrimiento, como develación y fuente de un discurso renovado, repetidamente renovado. Así presento esta sección de Reseñas filosóficas.

Fenomenología del Espíritu
No hay más, la vida se ha manifestado en las páginas de un libro cuyo título es oscuro, cuyas palabras no remiten a lo palpable, cuyas páginas se ven excedidas por las letras que viven en ellas. Hegel ha creído ser él mismo la encarnación del contemplador del espíritu absoluto. El espíritu que avanza, se desenvuelve, se despliega como en espiral, aparece en las múltiples e infinitas formas de la realidad.

¿Qué es Espíritu?¿Qué es Geist? Es todo, todo lo que se desenvuelve en el tiempo, en el espacio, en la inmediatez de la naturaleza, en la conciencia que observa ese desdoblamiento. La conciencia avanza, prospera, fracasa, se detiene, vuelve a observar. La conciencia anda por las sendas de un reconocimiento que no logra. Cuando mira las cosas es experiencia, cuando las interioriza devienen otra cosa, cuando alcanza el entendimiento y la razón se reconoce en lo que es otro.

Éste es el ámbito de la libertad, el Reino de lo ético se finca en ese reconocer, en esa especie de apropiación innata a la conciencia. ¿Es el ser humano el sujeto de esa conciencia? Quizás, no me atrevería a afirmar que así lo sea, no encontré en las arduas páginas de este libro una referencia directa a él. ¿A qué se refiere entonces? ¿Al saber? ¿A la filosofía? ¿A la razón?

Ustedes tienen la palabra.