Pretendida vida filosófica


Diógenes Laercio describió en su libro Vidas y opiniones las características de una vida filosófica. Los perfiles de las celebridades de la filosofía antigua de los que habla son más un instrumento de exposición que el intento de preservación de su nombre para la posteridad. Lo anterior en la medida en que cada relato establece relaciones intrínsecas entre las ideas y el vivir, entre el ejercicio del pensar y la cotidianidad. ¿Pero es posible llevar una vida filosófica hoy? ¿Cómo? ¿Qué es lo que se necesita?

Se dice con frecuencia que cada ser humano tiene su propia filosofía, lo cual puede ser cierto en un sentido muy restringido. Si no existe una diferencia clara entre el tener una perspectiva del mundo y la filosofía, entonces podemos afirmar que cada uno de nosotros tiene la suya. Por otro lado, la filosofía sí es una forma de concebir el mundo, de tener una perspectiva, pero está mucho más allá de ser solo eso.

Para llevar una vida filosófica es preciso entonces no solo tener una perspectiva, sino construirla gracias a la creación de un conjunto de ideas que nos permitan dar cuenta de los fenómenos o parte de ellos. Las razones mediante las cuales podemos decir porqué el ser humano de hoy es de este u otro modo; las que nos abren la puerta de comprensión de la conducta humana o las que nos dejan ver el estado actual del arte, la ciencia y demás asuntos, son ejes de acción sujetos a nuestra experiencia vital.

En ese sentido, tener una filosofía no solo es una perspectiva es el establecimiento de normas éticas de acción ineludibles, aunque no inamovibles. De ahí que Diógenes Laercio haya decidido dedicar parte de los capítulos de su libro a la vida cotidiana e individual de cada figura filosófica. No en vano nos cuenta cómo Tales cae al suelo y se burlan de él; como Heráclito muere en circunstancias extrañas bajo el sol; como el Perro Diógenes es hijo de banquero y perseguido por falsificador, etc.

Siguiendo lo anterior, mi pretendida vida filosófica está más cercana al estoicismo que al cinismo: aquí he decidido ser imperturbable en la medida de lo posible, dejar de lado los pseudo problemas que antes me aquejaban; vivir con lo necesario y suficiente (una camisa por día, un pantalón por día, dos pares de zapatos y un anillo de plata -esto sí es pura vanidad-). Pongo en práctica siempre la apertura socrática ante los otros y sus ideas; mi ideal es la amistad; mi anhelo los libros y el saber. Hasta hoy no me hace falta nada más. ¿Tú qué piensas?


¿Vida filosófica?

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Publicado por Diogenes Laercio

Estudié Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM. Cursé parte de la licenciatura en Letras Clásicas. Me dedico a la creación de contenido en redes y invito a todos a filosofar. He creado el podcast Filosofía en voz de Diógenes, Librería Rizoma en Instagram y el Proyecto de Divulgación de filosofía con el fin que el conocimiento esté más cerca de todos.

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