Describe un cambio positivo que hayas hecho en tu vida.
Agobiado por las inquietudes de mi adolescencia decidí acercarme al estoicismo. Durante el tercer año de mi paso por la universidad tomé una clase de filosofía Antigua en cuyo temario se incluía el estudio de la perspectiva de la Stoa como eje de la vida cotidiana.
Por esos días mi mente se había acostumbrado a concebirlo todo en grandes dimensiones, incluso me atrevo a decir que, de lunes a domingo, enfrentaba una lucha contra gigantes de humo y templos de palabrerías.
La denominada distinción maestra del primer capítulo del Enquiridion de Epicteto es más que una invitación, es un ejercicio y una exigencia que modifica nuestra experiencia vital inmediata. Saber hasta dónde podemos incidir y sobre qué objetos del mundo nos quita carga de la espalda.
Todo ese manual, así como las Cartas a Lucilio de Séneca o las Meditaciones de Marco Aurelio, si se ven acompañadas del diálogo con otros y de su puesta en marcha tienen un efecto terapéutico casi inmediato, pero que corren el peligro de ser una especie de placebo.
No solo ha sido esa filosofía la que a todas luces puede ser utilizada de ese modo. Hay en cada tratado, en cada página de la literatura de este tipo, un enunciado que surte efectos positivos.
Así, Pico della Mirandola, el renacentista sostiene en su Discurso que es previsto no adherirse a filosofía alguna, sino tomar de todas las que sea posible de conocer aquello que resulte conveniente para el filósofo o filósofa. Yo he tomado estas y algunas otras palabras al pie de la letra. Busco la tranquilidad.
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