Me he puesto como meta hacer de mi vida una existencia filosófica. Considero que es una de las alternativas a las formas comunes de existir cifradas en la intranquilidad, la intransigencia y la enajenación. Es por ello que quiero compartir contigo cuáles han sido algunos de los elementos que constituyen el estilo de vida filosófico desde mi experiencia y reflexión.
Mi primer paso fue tratar de ser autárquico, no permitir que en la medida de lo posible haya quien interfiera en mis decisiones, por más locas que pudieran ser. Sin embargo, me he dado cuenta que la autarquía tiene un enorme costo social. Sobre todo, porque a los ojos ajenos al amor a la sabiduría, la autarquía se presenta como cinismo y rebeldía irracional.
En segundo lugar, he tratado de no ser fanático de nada ni de nadie. No se me olvida jamás esa frase del Zaratustra de Nietzsche en la que se sostiene que incluso uno debe alejarse de su maestro y superarlo, ir más allá de sus enseñanzas con el fin de no estar sujeto, aprisionado. De ese modo, en los niveles más cotidianos mis gustos son variados siempre. No hay un grupo de música, un artista, un escritor, un plato de comida, una bebida, un restaurante, en el que yo vierta mis expectativas. Siempre estoy abierto porque nada me sujeta ni constituye un criterio único.

Por otro lado, en lo que respecta a mi trato con los otros no tengo fe en la humanidad. La existencia humana es tan volátil que uno no puede constituirse al margen de un otro siempre lejano, siempre inaccesible. El yo y el otro pueden siempre transfigurarse, ir de un lado al otro sin motivo ni explicación causal. No sucede así en la naturaleza dentro de la cual rige la necesidad.
Tener bien claro este último punto me ha librado de la intranquilidad y la desesperanza. He logrado en la mayoría de las veces evitar momentos de altos niveles de estrés o frustración a causa de una falsa expectativa para con los otros.
Hay muchas otras actividades que realizo a lo largo del día y que no están fuera de esos horizontes generales. No obstante, esta es solo la representación de alguna de las posibilidades para la vida filosófica, no es la última ni la absoluta. Constrúyete desde la filosofía.
Descubre más desde Diógenes Laercio | Filosofía
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.