Explicación filosófica clara y con ejemplos
En el mundo de la filosofía, hay términos que se usan con tanta frecuencia —y a veces de forma tan ambigua— que terminan pareciendo sinónimos. Tal es el caso de metafísica y ontología. Ambos conceptos están en el corazón de la filosofía desde la Antigüedad, pero no son exactamente lo mismo. Entender su diferencia no solo aclara muchos textos filosóficos, sino que también ayuda a pensar con mayor precisión sobre la realidad misma.
¿Qué es la metafísica?
El término “metafísica” proviene de la obra de Aristóteles. No es un nombre que él eligiera, sino que surgió cuando los editores de su obra clasificaron un conjunto de libros como los que venían “después de la Física” (meta ta physika). En ellos, Aristóteles se pregunta por los primeros principios, las causas últimas y el ser en cuanto ser.
En palabras del propio Aristóteles:
“Hay una ciencia que estudia el ser en cuanto ser, y lo que le es propio en virtud de su ser.”
(Metafísica, Libro IV)
Así, la metafísica se entiende como la filosofía primera, una disciplina que se pregunta por la estructura más fundamental de la realidad: ¿Qué es lo que existe verdaderamente? ¿Qué es el tiempo? ¿Existe el alma? ¿Qué es Dios? Estas son preguntas típicamente metafísicas.
¿Qué es la ontología?
La ontología, en cambio, es una rama de la metafísica. Su nombre viene del griego ontos (ser) y logos (discurso, estudio), y se refiere específicamente al estudio del ser, de las categorías del ser y de los modos de existencia.
Martin Heidegger, uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, dedicó gran parte de su obra a esta distinción. En Ser y tiempo (1927) escribió:
“La ontología no es otra cosa que la interpretación del ser, y esta tarea ha sido olvidada por la metafísica tradicional.”
Para Heidegger, la metafísica se había enfocado demasiado en los entes —cosas, objetos, sustancia— y había olvidado la pregunta fundamental por el ser mismo, una pregunta que, según él, solo la ontología podía retomar en profundidad.
Diferencia clave: amplitud vs. especificidad
Una manera sencilla de entender la diferencia es esta:
La metafísica es el gran paraguas que incluye preguntas sobre Dios, el alma, el tiempo, el espacio, la causalidad, etc.
La ontología es una parte de la metafísica que se centra exclusivamente en qué significa ser, en cuáles son las estructuras básicas del ser y cómo se clasifican los entes.
En otras palabras, toda ontología es metafísica, pero no toda metafísica es ontología.
¿Y hoy en día?
En la filosofía contemporánea, especialmente en la tradición analítica, algunos autores utilizan “ontología” para evitar las connotaciones más especulativas del término “metafísica”. Por ejemplo, cuando Willard Van Orman Quine se pregunta “¿Qué hay?” (What is there?), está haciendo ontología. Su famosa respuesta fue:
“De todo, hay algo.”
Sin embargo, en la tradición continental (Heidegger, Sartre, Levinas), el término “ontología” tiende a tener una carga más existencial o fenomenológica, y a menudo se presenta como una crítica a la metafísica tradicional.
Conclusión
Metafísica y ontología son conceptos cercanos, pero no idénticos. Mientras la metafísica se pregunta por el conjunto de lo que existe y sus causas últimas, la ontología se enfoca específicamente en el ser, en lo que significa que algo “sea”. Entender esta distinción no solo te acerca más a los textos filosóficos, sino que también te permite formular preguntas más claras sobre la realidad.
Fuentes consultadas:
Aristóteles, Metafísica, trad. y ed. de Francisco Lisi, Gredos.
Martin Heidegger, Ser y tiempo, 1927.
W.V.O. Quine, On What There Is, 1948.
Michael Loux, Metaphysics: A Contemporary Introduction, Routledge, 2002.
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