CuentoL «Nadie sabe lo que puede un cuerpo.» Spinoza. Cuando llegaba a la esquina de esa calle, antes de dar vuelta a la derecha, se detenía un momento. Miraba hacia atrás para encontrar en el ambiente una señal que le permitiera avanzar, dar el paso siguiente, como si la imagen plasmada sobre su espalda cristalinaSigueSigue leyendo «La larga calle solitaria»