Julian Assange y la revolución que no acaba.

Foto de Assange Todo se gesta en la forma en que se han venido nombrando a las cosas. Cuando gracias a Wikileaks el mundo conoció una infinita cantidad de documentos ocultos que hasta entonces no podían siquiera ser pensados, se declaró también una guerra. La declaración era directa, precisa, subversiva y fugaz. Un rizoma virtualSigueSigue leyendo «Julian Assange y la revolución que no acaba.»